viernes, 23 de marzo de 2012

Una mierda de noche, o de vida, pero adoro correr.

Ayer recibi un mail de Elisabeth.

Ian:

No se qué esperar de ti, desde que te conozco quiero pasar tiempo contigo y que te olvides de todas las demas, no me cuentas gran cosa sobre ti y este mes estas muy raro en general, apagado y distante. Me gustaria que todo cambiara... pero no se si es lo que quieres tú también, sólo espero que algún día me cuentes lo que te ocurre realmente con detalle.

PD: Mi ex vendrá mañana al bar, lo siendo debí decirtelo antes.

Y a partir de eso el dia fue cada vez mejor. LLego a trabajar, como abria yo todo era mas o menos tranquilo hasta las 10, que es cuando la gente llena el bar. Para mi alegria vino Elisabeth con su tan mencionado ex novio pronto y fue una media hora de lo mas tensa. Ella intento hablar conmigo y yo sencillamente la miraba con el y creo que me llevaban los demonios, asi que me coloque medio bar en media hora mientras hacia oidos sordos a ese tio.

Toda la santa noche ahi sentado mirandola embobado, estaba claro, ese tipo estaba ahi para recuperarla, y ella se iba a dejar querer, y yo...yo no aguante.

Asi que con la escusa de la mano me fui pronto, no habia dormido aun pero no siquiera tenia sueño, estaba un poco, no se como describirlo, perdido, no se, no se centrarme en nadie, ni hacer nada, doy pasos aqui o alla sin sentido, me sentia fatal.

En ese momento pense en mi moto... cuando tuve el accidente quedo destrozada, y mientras estaba en el hospital busque una replica igual, pero nunca la habia tocado, era el momento perfecto, ese momento que no tienes nada que perder salvo ese miedo irracional que me quedaba a las dos ruedas.

Abri el garaje y ahi estaba, reluciente, con su numero 46 perfecto a la luz de la farola, amarillo brillante, el cadenado con todos los detalles, ruedas nuevas, y al lado el casco que quiza me salvo la vida, ¿porque no dar una vuelta? ¿porque no ser yo?, ¿y quien soy yo?.

Empece acelerando lentamente, el corazon se me iba a salir por la boca, en mi mente solo recordaba cuando sali volando de la moto, el golpe, el olor a gasolina... Recorde cuando desperte en el hospital lleno de cables, cuando los medicos me preguntaban cosas, como todo me dolia muchisimo, cuando las ruedas de la camilla rozaban una china en el suelo la espalda me estallaba... Todo estaba ahi, en mi mente, andar con esa moto me iba a costar, pero jamas pienso dejar que nada me de miedo, ¿verdad papa? el me enseño eso, asi que me dije porque no le echas mas valor.

Acelere mientras daba al mando del garaje y sali al principio despacio, el corazon seguia a mil por hora pero no me iba a importar algo asi, asi que acelere, cogi la primera curva, respire ondo, muy ondo y acelere mas, volvia a estar ahi en mi moto, a toda velocidad moviendome con ella en cada curva, me sentia algo mas libre, 230 km/h y todo desaparece, hasta el miedo, no se que me pasa ultimamente... en fin no puedo escribir mas.

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