jueves, 16 de febrero de 2012

El día de San Valentin

Un dia como otro cualquiera como siempre, o quizas no, la verdad que me levante con ganas de hacer cosas diferentes, o bueno no diferentes, cosas con ella.

En pocas horas veria a Elisabeth y aunque entre nosotros no hay nada, tan solo tonteos sin pensar mas alla que eso, pero aun asi me gusta verla y estar con ella, me contagia esa alegria que despilfarra a todas horas, es tan paciente, tan risueña y tan atenta que es de esas chicas con las que no puedes estar para llevarlas a la cama e ignorarlas, es de esas que sin querer se hacen hueco en tu vida.

De camino al trabajo todo estaba plagado con corazones por todas partes, flores, regalos, todo el mundo compraba detallitos y no se porque me pare en una floristeria, para mi la flor mas bonita siempre fue la rosa, es como una flor elegante, no es ostentosa ni rara como una orquidea, ni tan exotica, ni desparramada como las margaritas o claveles, me mola esa forma tan femenina de la flor, es una gilipollez si pero es mi gilipollez. Y vi algo que me llamo la atencion, eran rosas en cajas, y ponia en el cartes "Rosas de la eterna juventud", duran por años. Asi que me dije que pasada... En ese momento la mayor tonteria del mundo paso por mi cerebro, ¿Y si le compro una rosa a Elisabeth?, demasiado comprometido... unicamente le hubiera comprado alguna chucheria o algo mas simple pero aquello me daba algo de miedo. Aun asi la compre, un impulso de los mios, y la guarde en su taquilla en el trabajo, solo esperaba que no se lo tomara demasiado seriamente.

Empezamos a trabajar y por fin llego ella, al ser encargada de compras y atrezzo del bar venia un dia en semana y tan solo unas horas. Espere pacientemente a que fuera a guardar el abrigo antes de que abrieramos, asi que cuando se fue al cuartito la segui de lejos. Ella se dio cuenta y se reia y me decia:

-Ian, ¿se supone que me vas a secuestrar?
-No que va, ¿te dejarias?
-Jaja, que tonto, anda vete que tengo que cambiarme.
-Voy a arriesgarme a estar aqui un minuto mas vale.

Entonces abrio la taquilla y creo que sus ojos se abrieron como platos, pero no tanto como su boca, se quedo totalmente sorprendida, me miro, miro a la taquilla, me volvio a mirar y asi un par de veces. Luego cogio el paquetito y lo abrio en silencio yo diria que ni se le oia la respiracion. Y cuando vio que era una rosa realmente se emociono mucho porque me salto a los brazos, en ese momento pareci un portero deteniendo un penalti.

No fue lo tipico que alguien espera de mil besos pasionales y una cita fuera del trabajo, fue mas bien un abrazo muy intenso de esos en los que notas que ella esta enormemente agusto y no tiene ni la minima intencion de despegarse de ti. Creo que no respirabamos, solo oia como un lloro apagado totalmente disumulado supongo que por veguenza. Asi que la aparte un poco el pelo y la hice echarse atras para verle la cara, ahora era evidente tenia las mejillas empapadas y me miraba como un cachorrito. Fue la primera vez que inicie yo un beso, fue verla asi y fue instantaneo, me acerque a ella y le di un beso muy suave mientras le secaba con los dedos las lagrimas, se me acelero el corazon no queria separarme era algo que no sentia hace muchisimo tiempo. Ella se abrazo mas a mi y cuando me fui a quitar me dio otro beso y me dio las gracias.

Pasamos demasiado tiempo ahi porque oimos como nos llamaban, asi que de un suspiro se quito y guardo la rosa en la taquilla y subio arriba con los demas. Me quede un par de minutos alli, esperando que no fuera muy evidente, y por un momento pense en todo aquello y senti un vertigo enorme, ¿que estaba haciendo? ¿estaba loco?, hacia ya años que lo dejamos mi ex y yo y aun no la habia olvidado, engancharme a alguien ahora seria un error. Por otro lado nunca pense que un abrazo produjera un cansancio similar, estaba agotado, como si hubiera ido a correr, esos escasos 10 minutos fueron muy intensos, y quiza sentia algo mas que pura atraccion, si, difinitivamente al menos ella me importaba, aunque no se aun de que manera, pero tampoco queria complicar las cosas...

El resto de la tarde incluso cuando ella se fue, era como andar sobre el agua, mis pies no rozaban el suelo, no hacia mas que pensar en esos minutos en aquel cuarto de taquillas, aquella sensacion de deseo, me sonreia en pensar en sus enormes ojos, si, parecia un tonto totalmente.

Desde el dia de San Valentin he pensado mucho en ella, no se si alguien como yo, con mi pasado, mis traumas, mis vicios, en resumen mis "taras" deberia tener algo con alguien que no se merezca sufrir, lo que pase con C. en parte me enseño que no valgo para estas cosas, que tener una relacion no es para mi, y estoy seguro que Elisabeth no quiere otra cosa que no sea esa. Hace mucho que no estoy con nadie, y he mejorado muchas cosas de mi vida, pero aun asi no me veo capaz, me da un miedo increible volver a enamorarme, y ya no enamorarme, incluso sentir un minimo me hace tener miedo, no me gusta y a la vez si, no tengo ni la mas remota idea de que hacer con este asunto.

Quiero pasar pagina pero no a base de escribir otro libro.

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